Frases: Michael Horton (IV)

Thus, the kingdom of grace is not a geopolitical entity, like the empires and nations of this age. Neighbor love, inscribed on the human conscience in creation, still governs all laws and constitutions. God still protects Cain and his rebellious city by his common grace. It is not the era of intrusion ethics, but of the rule of common law measured by equity (justice tempered by love), to which believers and unbelievers are bound in secular friendship. The heresy of Constantinianism, old and new, is to imagine that the church or the nations of this age can invoke the holy land and holy war passages from the Sinai covenant for our own time and place. Whatever wars may be waged among nations and powers in this present evil age, Christians may appeal to general principles of justice and love of neighbor, but not to Israel’s national covenant.

Por lo tanto El Reino de la Gracia no una entidad geopolítica, como los imperios y naciones de esta era. Amor por el prójimo, inscrito en la conciencia humana en la creación, aun gobierna todas las leyes y constituciones. Dios aun protege a Caín y sus ciudades rebeldes por su gracia común. Esta no es la era de la ética de intrusión sino de la regla de la ley común basada en la equidad (justicia atemperada por amor)  por la cual creyentes y no creyentes están unidos en amistad secular. La herejía del Constantinianismo, viejo y nuevo es imaginar que la iglesia o las naciones de esta era pueden invocar los pasajes sobre la tierra santa y la guerra santa del pacto de Sinaí para su propio tiempo y lugar. Cualquier guerra que puede ser librada entre las naciones y poderes de este presente siglo malo, los cristianos deben apelar a los principios generales de justicia y amor al prójimo, pero no al pacto nacional de Israel

Horton, M. (2011). The Christian Faith: A Systematic Theology for Pilgrims on the Way (p. 973). Grand Rapids, MI: Zondervan.

¿Una navidad peligrosa?

Extracto del articulo «A Dangerous Christmas?» por Michael Horton

El bebé en el pesebre es Dios, quien reina sobre todo junto con el Padre y el Espíritu Santo. Él enfureció a los lideres religiosos identificándolos como marginados, condenados a destrucción, mientras que daba la bienvenida a los pecadores en su comunión. Él clamó igualdad con Dios el Padre, provocando acusaciones de blasfemia. El llevó nuestra culpa porque no hay perdón aparte de la justicia y todo ser humano esta bajo maldición de muerte y pecado. Él se levanto en el tercer día para nuestra justificación y es las primicias de la nueva creación. Él envió su Espíritu para unirnos a él, para reconciliarnos y renovarnos. Y un día él retornará para juzgar al mundo, dándole la bienvenida a sus escogidos en gloria y desterrando para siempre a aquellos que no pusieron su confianza en él.

El bebé creció. Él es el guerrero conquistador de Isaias 59 y antes de haber una fiesta de bodas sin fin en Apocalipsis 19 esta la «Ira del Cordero» en los capítulos 14-18. En estas terribles escenas de batalla, la ciudad terrenal representada colectivamente como «Babilonia la grande» no esta firme en su identidad cultural y orgullo cívico, sino reducida a escombros. En vez de estar celebrando la temporada de compras con los accionistas, los CEOs lamentan este advenimiento. Los lideres de la tierra imploran a las piedras para que caigan sobre ellos para esconderse de la Ira del niño de Belén. Si no reconocemos el niño santo como el Cordero que murió, resucito y viene otra vez en juicio y bendición sin fin, entonces la navidad no es nuestra fiesta, sino una horrible anticipación del Juicio Final

Frases: Michael Horton (I)

Chosen in Christ before the creation of the world, redeemed by Christ in history, receiving an inheritance in Christ, and being sealed in Christ by the gospel, we receive our salvation from start to finish as the work of the Father, in the Son, by the Spirit (Eph.1:3-14)

Escogidos en Cristo antes de la creación del mundo. redimidos por Cristo en la historia, recibiendo herencia en Cristo, y sellados en Cristo por el evangelio, nosotros recibimos nuestra salvación desde el inicio hasta el fin por la obra de el Padre, en el Hijo, por el Espíritu (Ef.1:3-14)

– Michael Horton.