Sociedad Colombiana, Corrupta Sociedad Colombiana

In memorian

In memoriam

Era hermosa, lo era y mucho y con esa belleza terrenal, casi desenfrenada, que solo tienen las mujeres latinas. Algún día podría haber ido a Hollywood y ser una gran estrella; o podría haberse casado con un buen hombre que le diera una buena familia e hijos.

Lamentablemente las cosas no fueron así para Liliana Lozano, modelo, actriz y presentadora. Hace unos días fue encontrada muerta con signos de tortura en un cañadulzal junto al cadáver de Héctor Fabio Vargas, narcotraficante, hermano de Leonidas Vargas también asesinado hace unos días en un hospital de Madrid. Los móviles de estos crímenes parecen ser un ajuste de cuentas entre bandas del narcotráfico.

Obviamente todas las personas ponen ahora el grito en el cielo: «Era una prepago, era la moza de un traqueto».

Es posible que sus acusaciones sean ciertas, pero hoy no voy emitir ningún juicio contra Liliana Lozano, sencillamente por que nunca la conocí. El Señor la juzgara con justicia en su momento

Hoy voy a hablar en contra de la sociedad Colombiana en general, soy Colombiano (con ruanazo marcado y cara de indio) y eso me da autoridad para decir lo que voy a decir.

La sociedad Colombiana esta PODRIDA, así de sencillo. Aquellos señores de moral «altísima» que juzgan a esta mujer son los mismos que tenían plata en pirámides o en el lavadero de DMG (por si no lo sabían, los 2 socios de David Murcia Guzman confesaron lavado de activos) y esta plata es fruto de robar a otros o plata del narcotráfico, así de sencillo.

Esta es tu «altísima» moral Sociedad Colombiana, harias cualquier cosa por dinero, lo harías y lo se y tu también lo sabes ; sabes que si alguien te ofreciera multiplicar mágicamente tu dinero lo harías; no importa que detrás de ese dinero algunos hayan perdido sus ahorros, total solamente tu fuiste mas astuto que los otros (la malicia indígena), no importa que detrás de ese dinero hayan miles de familias destruidas por la droga, total tu no los obligaste a drogarse. Esa eres Sociedad Colombiana, eso somos.

Pero ahora todos los adalides de la moral se levantan a juzgar… ¿A juzgar? ¿A quien? Aquí no hay moral, es que aquí somos muy modernos, si hasta tenemos una ética postmoderna, una ética minimalista: «Haz lo que quieras desde que no le hagas daño a otro» Juzgar a Liliana Lozano por lo que hizo es un ejercicio inútil en esta sociedad, ella simplemente estaba acompañando a un empresario; el tipo era casado, pero talvez ella no sabia o el tipo le dijo que se iba a separar para casarse con ella (conozco montones de mujeres que aceptan vivir así); el tipo era un narco, pero el no obligo a nadie a que se drogara; además el tipo la tenia divinamente. Total ella no le estaba haciendo daño a nadie, por lo tanto nadie puede juzgarla. Por lo menos no bajo nuestra ética minimalista y postmoderna.

Sociedad Colombiana tenemos un grave problema no tenemos referentes éticos, no tenemos un norte moral. Hemos abandonado a Dios. Aquí lo único que importa es tener un «buena vida» y como tener una «buena vida» cuesta montones de dinero (no se puede ser feliz sin un celular con cámara) hay que hacer algo. Eso era lo que Liliana, hermosa Liliana, pensaba. Igual que todos aquí.

El gran pensador J.P. Moreland (Filósofo, químico y teólogo) tiene algo que decirnos al respecto:

Otra tendencia moderna es el cambio de lo que la gente considera la «buena vida.» Desde los tiempos del Antiguo Testamento y la Grecia antigua hasta este siglo, la buena vida fue ampliamente entendida como una vida de florecimiento constituida por virtud intelectual y moral. La buena vida es la vida de un ideal humano funcionando acorde a la naturaleza que Dios nos ha dado.

En esta visión, antes de la creación, Dios tenía en mente un plano ideal de la naturaleza humana que el uso para crear a cada ser humano. La felicidad era entendida como una vida de virtud, y una persona exitosa era la persona que sabia como vivir bien acorde a aquello que somos por naturaleza por el creativo diseño de Dios. Cuando la Declaración de Independencia dice que somos dotados por nuestro Creador con ciertos derechos inalienables, entre ellos el derecho a buscar la felicidad, se esta refiriendo a virtud y carácter. Así entendida, la felicidad comprende sufrimiento, resistencia y paciencia porqué estas cosas son importantes para ser una buena persona que vive la buena vida.

… esta noción de felicidad como florecimiento humano ha sido reemplazada por un nuevo entendimiento. La vieja definición presupone la disponibilidad de el conocimiento moral y espiritual necesario para comprender la naturaleza del florecimiento humano y el camino requerido para alcanzarlo. Sin embargo, bajo la presión del naturalismo y el postmodernismo y su negación del conocimiento no empírico, en los últimos cien años, la Felicidad de ha convertido en algo totalmente diferente, y el cambio en su significado esta destruyendo las vidas de las personas.

Una definición reciente de un diccionario sobre la Felicidad es «un sensación de satisfacción placentera». Esta definición esta lejos de ser arbitraria. Captura acertadamente nuestro uso diario de «felicidad» en declaraciones como estas:

¡Pase mi semestre y soy tan feliz!

¡Mi equipo gano el campeonato, soy tan feliz, tan feliz!

¡No puedo esperar para salir a vacaciones. El solo pensamiento me hace tan feliz!

Note cuidadosamente que la felicidad es identificada como un sentimiento, y mas específicamente un sentimiento cercano al placer. Así entendida, la esencia de la felicidad se convierte en la satisfacción del deseo desordenado. La satisfacción placentera es una pobre meta en la vida; pero es, sin embargo, un maravilloso subproducto del esfuerzo por la felicidad en el sentido clásico. Piense sobre eso. Sí la felicidad es tener un sentimiento interno de diversión o satisfacción placentera y esa es nuestra meta principal, ¿donde la gente pone su atención cada día? En ellos, y el resultado será una cultura de narcisistas absortos en si mismos que no pueden vivir por algo mas grande que ellos mismos.

Para observar esto, considere la actual preocupación por la apariencia física y el ejercicio. Comúnmente hoy, la locura por el ejercicio es una expresión de seres vacíos tratando de ser felices con una actitud narcisista y una énfasis absorto en su imagen corporal y la atracción sexual como el santo grial de la meta mas  importante en la vida – La satisfacción del deseo carnal momentáneo.

Así es señores, así es nuestra sociedad y aunque les parezca anacrónico o cómico, el único que puede sacarnos de esta es Dios.

Es Cristo el único referente ético valido para esta sociedad y es Dios y su palabra el único norte moral que debemos seguir.

Liliana Lozano, aunque responsable por sus actos, es solo una víctima de esta sociedad que «construimos», una sociedad corrupta hasta sus tuétanos, fundada sobre el dinero y la apariencia.

Voy a terminar con otra joya de J.P. Moreland, otra vez hablando sobre nuestra sociedad postmoderna

Un estomago plano es de mayor valor que un carácter maduro